La Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA)está a punto de decidir si suspende a Israel. Según la agencia Associated Press y el diario británico Times, una mayoría del comité ejecutivo de la UEFA estaría dispuesta a votar a favor. La causa: la guerra en Gaza y un informe de una comisión de la ONU que acusa a Israel de «genocidio». La UEFA aún no se ha pronunciado oficialmente, pero la votación podría ocurrir la próxima semana.
Qatar juega un papel clave en la campaña para expulsar a Israel. Medios y agencias informan que el emirato lleva semanas haciendo un intenso lobby para sumar votos en el comité ejecutivo de la UEFA. La presión aumentó después de un ataque aéreo del Ejército de Israel contra blancos de Hamás en Doha el 9 de septiembre.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también ha sido crítico con Israel en varias ocasiones y ha planteado la opción de excluir al país del deporte internacional como una forma de presión. España e Irlanda incluso han pedido suspender el acuerdo de asociación de la Unión Europea con Israel, aunque dentro de la UE mantienen esa postura casi en solitario.
Por ahora no hay pronunciamiento público de la Federación Alemana de Fútbol (DFB). Tradicionalmente el Gobierno alemán y la DFB mantienen lazos estrechos con Israel. No obstante, el vicepresidente de la DFB, Hans-Joachim Watzke, forma parte del comité ejecutivo de la UEFA y, según los medios, estaría entre la «amplia mayoría” que apoya la suspensión.
¿Qué pasaría deportivamente si se aplica la sanción?
Si la sanción se aplicara, la selección de fútbol israelí sería expulsada de la actual clasificación rumbo al Mundial: ahora mismo está tercera en el grupo I y pelea un lugar para el Mundial 2026. Sus próximos partidos son en octubre, contra Noruega e Italia.
Los clubes israelíes también se verían afectados: quedarían fuera de las competiciones internacionales que estén jugando. En este momento, solo Maccabi Tel Aviv representa a Israel en la Liga Europea de Fútbol.
Están en contra de una exclusión de Israel.CNP/ADM/Capital Pictures/picture alliance
Los partidos en territorio israelí ya están prohibidos por la situación de seguridad, por lo que Maccabi disputa sus partidos como local en Backa Topola, Serbia. La selección, en tanto, suele jugar sus partidos de local en Hungría.
Si la UEFA expulsara a Israel, aumentaría la presión sobre otras instancias, como la FIFA y el Comité Olímpico Internacional. El COI, por ahora, evita sanciones y distingue este caso del ruso: el Comité Olímpico de Israel, a diferencia del ruso, no habría incumplido la Carta Olímpica.
¿Quiénes se oponen a una expulsión?
Estados Unidos -coanfitrión del Mundial 2026- es un aliado potente de Israel. La administración estadounidense bajo Donald Trump rechaza con firmeza la idea de excluir a la selección.
«Vamos a hacer todo lo posible para impedir por completo cualquier intento de sacar a la selección israelí del Mundial”, dijo un portavoz del Departamento de Estado.
También Gianni Infantino, presidente de la FIFA y cercano a Trump, se opone a la medida. La federación israelí calificó las demandas ante la agencia Reuters como «antisemitismo patológico”.
¿Hay precedentes?
Rusia fue excluida en febrero de 2022 por FIFA y UEFA tras la invasión a Ucrania, y la decisión se tomó en días. En 1992 la antigua Yugoslavia quedó fuera de la Eurocopa por las guerras de los Balcanes y las sanciones de la ONU.
También Sudáfrica estuvo durante décadas excluida del deporte mundial durante el apartheid. El boicot deportivo contribuyó al aislamiento internacional del régimen.
Alemania fue, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, durante algunos años excluida de todas las organizaciones deportivas internacionales como estado agresor. Sin embargo, la suspensión no se aplicó explícitamente por el Holocausto. También Japón y, en menor medida, Italia estuvieron temporalmente suspendidos por haber combatido contra los Aliados.
No se impusieron sanciones tras el genocidio de Ruanda en 1994, a pesar de que, con el apoyo del gobierno, unas 800.000 personas fueron asesinadas en apenas 100 días.
¿Qué alcance geopolítico tendría la medida?
Excluir a Israel sería un mensaje político muy potente, similar al boicot a Rusia, pero con una carga moral mayor porque la acusación no sería por una guerra de agresión sino por genocidio.
Además, conduciría a tensiones diplomáticas, en particular con Estados Unidos. Los países árabes y musulmanes que apoyan la exclusión, y algunos de los cuales incluso no reconocen el derecho a la existencia del Estado de Israel, valorarían esto como un triunfo.