En San José Tilapa, junta auxiliar del municipio de Coxcatlán, al sur del estado de Puebla, cada año se pierden toneladas de mango debido a la falta de canales de distribución, comercialización y estrategias de aprovechamiento.
En la comunidad existen al menos 10 variedades distintas de esta fruta tropical, reconocibles por su color, tamaño y sabor, pero la mayoría no sale del entorno local y termina desperdiciada.
Benito Olaya Rojas, integrante del Comisariado Ejidal, explicó que en la población abundan los árboles de mango, aunque no se ha realizado un estudio técnico que permita identificar formalmente cada variedad.
“Sabemos que hay muchas especies porque cambian en forma, sabor y color, pero nadie ha venido a decirnos cómo se llaman ni qué características tienen”, comentó.
Toneladas de mango se pierden cada año en Tilapa por falta de mercado
Los meses de abril y mayo marcan el inicio de la cosecha, cuando los árboles se pintan de amarillo intenso y los frutos maduran de forma casi simultánea. Sin embargo, la falta de compradores, infraestructura y organización provoca que los mangos simplemente se caigan de los árboles y se pudran en el suelo.
Olaya Rojas señaló que algunas familias han considerado procesar la fruta en mermeladas, dulces o conservas, ya que las recetas están al alcance. No obstante, reconoció que les falta capacitación técnica y recursos económicos para emprender proyectos que les permitan entrar a mercados externos de forma rentable.
“Tenemos miedo de invertir y no recuperar nada, por eso muchos prefieren dejar el mango en el árbol”, admitió.
Otro obstáculo, según refirió, es que el mango es tan común en Tilapa que su valor comercial dentro de la misma comunidad es casi nulo.
“Aquí hay árboles en cada casa, en cada parcela, en cada esquina. Nadie paga por algo que tiene en su patio”, explicó.
Aunque la base del cultivo en Tilapa sigue siendo el maíz y el elote, Olaya Rojas indicó que también hay árboles de ciruela y chicozapote, lo que muestra el potencial frutal de la zona si se impulsaran proyectos comunitarios con acompañamiento técnico, comercial y gubernamental.
Pese al interés de algunos habitantes por darle valor agregado a sus productos, aún no existe un proyecto consolidado, y el mango —una fruta que podría representar una fuente de ingresos durante la temporada— sigue siendo un recurso subutilizado.