Luego de que en redes sociales se acusara al dueño de una conocida rosticería en Teziutlán, de presuntamente envenenar a los perros que vivían en la gasolinera de San Francisco, el propietario de Pollos Flavius, Jahziel Hernández Castañeda, solicitó a la ciudadanía no dejarse llevar por acusaciones infundadas que, aseguró, solo generan violencia y ponen en riesgo a su familia.
En entrevista para este medio, Hernández Castañeda señaló que fueron trabajadores y gerentes de la gasolinera quienes, sin pruebas, lo vincularon con la muerte de los canes. Esta situación provocó indignación en la población y una ola de mensajes de odio en su contra, además de serias amenazas dirigidas a él y a sus hijos.
Afirmó que, aunque los perros solían deambular en la zona y eran resguardados por empleados de la gasolinera, nunca ha tenido problemas con ellos ni con los vecinos del barrio de Ahuateno, donde se ubica su establecimiento. Al contrario, comentó que incluso ha colaborado con donativos para perros callejeros.
Pidió a la población no dejarse llevar por falsos testimonios y recordó que esta no es la primera vez que ocurre una situación así.
Explicó que anteriormente los perros ya habían sido tratados por veterinarios y trasladados a un albergue, donde se les brindó atención médica, se les esterilizó y se buscó un hogar para ellos.
Vecinos de la zona indicaron que fueron empleados de la misma gasolinera quienes sacaron a los perros del albergue con el argumento de que ya habían encontrado un lugar para ellos.
Sin embargo, los animales fueron regresados al mismo sitio, lo que terminó en una tragedia, pues finalmente perdieron la vida.
«Ellos mismos los sacaron del albergue con la mentira de que ya tenían hogar. Todo terminó mal, y los únicos que sufren son los pobres animales. No es suficiente con darles de comer; deben estar bajo cuidado y con responsabilidad», comentó un habitante del lugar.
Cabe destacar que en total eran 3 perros, dos de ellos murieron y uno fue salvado por los cuidadores.