Debido a brotes de coxsackie, la Secretaría de Educación determinó la suspensión de clases presenciales en al menos una institución educativa de Izúcar de Matamoros, Puebla, Tlalchichuca y Libres, informó el secretario de Salud, Carlos Alberto Olivier Pacheco, quien puntualizó que suman 201 casos confirmados de esta enfermedad en lo que va del año.
En conferencia de prensa, dio a conocer que se tiene registro de 29 brotes de la enfermedad también conocida como “de manos, pies y boca” en un igual número de instituciones educativas, en las que se han implementado protocolos sanitarios para prevenir el contagio del virus.
Entre las medidas están la suspensión de clases presenciales para pasar a una modalidad a distancia que permita a los alumnos seguir con actividades académicas sin exponerse a contagios, ya que el virus se propaga a partir del contacto con superficies infectadas o personas portadoras.
“Cuando hay un brote en una escuela, que rebasa los siete casos y llega a haber también en maestros por una circunstancia de bajas defensas, se ha decidido por consenso de directores, maestros y padres de familia de los comités suspender clases dos o tres días, en lo que se hace la limpieza completa de la escuela, pero no hay una instrucción federal de algún cierre de escuela total”, dijo.
Adicionalmente, mencionó que se realizan jornadas de limpieza y desinfección de las aulas, en las que participan padres de familia, además de reuniones para difundir aspectos relacionados con el coxsackie, que no representa un riesgo de epidemia por ser común en esta época del año. “No tenemos una emergencia epidemiológica, son brotes de temporada, de otoño invierno”, acotó.
¿Cómo prevenir el coxsackie?
Debido a que no hay una vacuna, para evitar el contagio de esta enfermedad es necesario seguir recomendaciones como el lavado de manos con frecuencia, evitar compartir alimentos o utensilios, desinfectar objetos o juguetes y cubrir la boca al estornudar.
El secretario de Salud enfatizó que el coxsackie afecta principalmente a menores de cinco años, por lo que exhortó a padres de familia a evitar automedicar a los niños cuando presenten síntomas que pudieran parecerse a los de gripe y llevarlos a valoración médica.
Expuso que si se suministran antibióticos sin la valoración de un médico se puede generar una mayor baja de defensas en el infante, lo que resulta perjudicial si ya se encuentra afectado por el virus, que se manifiesta con llagas o ámpulas dolorosas en manos, pies y boca.