Sujetos asesinaron a Rafael Vergara Romero, mejor conocido como El Aguacate, quien es un empresario gasolinero de la zona sur de la entidad poblana, sin que hasta el momento se conozca la causa que provoco este ataque. Este hombre también había sido alcalde en Axochiapan, Morelos, en el periodo 1982-1985 y era propietario de una cadena de gasolineras y casas de materiales en la región.

Los hechos se registraron en la Avenida Independencia, justo en la ex maderería Aldo, ubicada entre la gasolinera del centro y el crucero para Tzicatlan en la zona del municipio de Axochiapan en el estado de Morelos.

Hasta el momento se sabe que Rafael Vergara fue asesinado por sicarios que lo interceptaron mientras llegaba a supervisar el avance de la construcción de su nuevo negocio, cuando sujetos se le acercaron y le dispararon a quemarropa, para después huir con rumbo desconocido.

Se presume que en el lugar donde fue asesinado el empresario estaba construyendo una plaza o una nueva tienda 3B. Este hombre es propietario de la gasolinera Colon en el municipio de Izúcar de Matamoros.

Al lugar arribaron elementos de la policía municipal de Axochiapan y la Guardia Nacional quienes junto con los peritos de la fiscalía realizaron el levantamiento del cadáver.

La noche del domingo, un hombre decidió quitarse la vida al colgarse de un puente peatonal de la unidad habitacional Agua Santa. Personas que circulaban por la zona se llevaron la gran sorpresa, por lo que llamaron de inmediato a las autoridades correspondientes.

En la zona se registró la movilización de los cuerpos de emergencia, sobre el Periférico-Ecológico ya que el hombre se había colgado y al parecer ya no tenía vida.

Al llegar policías y paramédicos confirmaron que se trataba de un masculino de aproximadamente 25 años de edad, quien decidió terminar con su vida sin que hasta el momento se sepan las causas de su decisión.

Tras la llegada de personal de la FGE, el cuerpo del occiso fue descolgado y trasladado al anfiteatro municipal para que se le practicara la necropsia de rigor.

Este sábado, la emblemática fuente de San Miguel, ubicada en el Zócalo de Puebla, resultó seriamente dañada tras los actos vandálicos del colectivo “Morras Sororas Histéricas e Históricas”, quienes durante la marcha por el Día Internacional de los Desaparecidos golpearon la estructura con martillos.

Además de los impactos que dejaron visibles afectaciones en la piedra, las manifestantes vertieron pintura rosa en el agua, lo que provocó que el estanque quedara completamente teñido de ese color.

También realizaron grafitis en la base del monumento, dejando un escenario de deterioro y suciedad en uno de los principales símbolos del Centro Histórico.

La acción generó la indignación de ciudadanos que se encontraban en la zona, lo que derivó en confrontaciones que rápidamente escalaron de nivel hasta llegar a los golpes entre transeúntes y manifestantes.

Posteriormente, se desplegó un fuerte operativo de policías municipales y estatales que culminó con la detención de al menos cinco mujeres.

De acuerdo con la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, los daños incluyen desprendimientos en algunas secciones de la fuente, alteraciones en un injerto previamente reparado, agua teñida con colorantes y pintura en el tazón externo. Estas afectaciones se suman al deterioro visible ocasionado por los impactos de los martillos.

El Zócalo permaneció asegurado por los elementos policiacos tras la movilización, mientras la fuente considerada patrimonio de la ciudad, quedó visiblemente afectada por los martillazos, la pintura y los grafitis.