Sobre las protestas en Los Ángeles por ciudadanos de origen mexicano contra redadas de agentes migratorios estadunidenses con el objetivo de deportar a quienes les parezcan sospechosos, la presidenta Claudia Sheinbaum pidió a los connacionales no caer en provocaciones.
Si bien la mandataria federal rechazó las prácticas del gobierno de Donald Trump y aseguró son inservibles para confrontar las problemáticas migrantes en el país vecino, también descalificó las acciones violentas de los grupos latinos que comenzaron desde el viernes pasado.
Respecto a la quema de patrullas estadunidenses que se dio a conocer durante el fin de semana —resultado de las confrontaciones entre civiles y agentes— la titular del Ejecutivo federal afirmó lo siguiente:
“Parece más un acto de provocación que de resistencia. Debe quedar claro, condenamos la violencia venga de donde venga. Llamamos a la comunidad mexicana a actuar de manera pacífica y no caer en provocaciones”.
Te puede interesar:
Tras redadas contra migrantes en Los Ángeles, México exige respeto a EU
flecha derecha
En el comunicado de su gobierno, Claudia Sheinbaum enlistó las acciones que llevan a cabo funcionarios mexicanos: “Vamos a ocupar todos los canales diplomáticos disponibles para expresar su inconformidad con prácticas que criminalizan la migración”, sentenció.
Informó también que a través de la red consular de México en Estados Unidos se activaron todos los mecanismos de protección para la ciudadanía nacional que radique en el país vecino del norte.
Trump militariza Los Ángeles; México activa protección consular
Fueron dos mil efectivos de la Guardia Nacional estadunidense a la ciudad de Los Ángeles —enviadas por Donald Trump— las que iniciaron un conflicto institucional entre los gobiernos federal y estatal y además multiplicó las redadas migratorias.
Estas redadas incrementaron las manifestaciones en contra, algunas protagonizadas por comunidades latinas, que terminaron en confrontaciones directas entre los grupos civiles y armados.
Desde el viernes y hasta hoy, al menos 56 personas fueron detenidas durante las protestas contra las redadas ocurridas principalmente en el centro de Los Ángeles y las inmediaciones del Centro de Detención Metropolitana.
La Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró la zona como asamblea ilegal y dispersó con antimotines a manifestantes que bloqueaban vías y ondeaban banderas mexicanas. Dos periodistas —la australiana Lauren Tomasi y el británico Nick Stern— resultaron heridos por proyectiles no letales.
“Me alcanzaron en la pierna con una pelota de goma. El disparo fue directo”, narró Tomasi desde el hospital para el canal 9News; “Pensé que eran balas reales. Me desmayé del dolor”, declaró Stern tras recibir el impacto de una granada de esponja en el muslo.
México activa red consular
Ante el riesgo para ciudadanos mexicanos el gobierno activó sus mecanismos de protección consular. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que ofrecen asesorías legales, asistencia humanitaria y acompañamiento a connacionales detenidos en redadas.
“La red consular de México en Estados Unidos ha sido activada para brindar protección a nuestros connacionales. Llamamos a manifestarse pacíficamente”, declaró Carlos González Gutiérrez, cónsul general mexicano en Los Ángeles.
Trump endurece el discurso
Donald Trump calificó a los manifestantes como turbas violentas e insurgentes. Advirtió que Los Ángeles fue invadida por inmigrantes criminales y que ordenó a su gabinete tomar las medidas necesarias para liberar la urbe.
La orden que no se consultó con autoridades estatales fue condenada por el gobernador Gavin Newsom. Señaló que prepara una demanda federal por lo que calificó como una intromisión sin precedentes.
A la crítica se sumó la vicegobernadora de California, Eleni Kounalakis, y el senador Bernie Sanders, quienes advirtieron que la medida erosiona la Constitución y el Estado de Derecho.
Amenazas legales y tensión militar
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el zar de la frontera, Tom Homan, respaldaron el uso de la Guardia contra manifestantes. Este último amenazó con acciones penales contra autoridades de California si impiden la ejecución de órdenes federales de deportación.
También informaron sobre la activación de la alerta máxima en el batallón de marines del campamento Pendleton, en San Diego.
El despliegue militar ha sido interpretado como un preludio a una eventual invocación de la Ley de Insurrección (Insurrection Act) que permite el uso del ejército para controlar protestas civiles.