Desde su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump amenazó con la deportación de millones de migrantes que viven y trabajan en el país norteamericano, sin embargo, esta medida resulta inviable debido a las consecuencias que traería para la economía estadounidense, advirtió el área de Estudios Económicos de BBVA México.
La institución financiera detectó al menos cuatro razones por las cuales una deportación masiva de migrantes en Estados Unidos en los siguientes cuatro años tiene una baja probabilidad de ocurrencia.
De acuerdo con el análisis, un programa de deportaciones masivas en una economía cuya tasa de desempleo está en su nivel natural, tendría efectos recesivos, principalmente en los sectores agropecuario y de construcción.
Los economistas de BBVA advirtieron que Estados Unidos requerirá una fuerte demanda de construcción de vivienda debido a los incendios en la ciudad de Los Ángeles, un sector en donde se han desempeñado los migrantes.
Pero la deportación de migrantes no sólo repercutirá en la falta de mano de obra en la mayor economía del mundo, sino que también generará presión inflacionaria, ya que las compañías estadounidenses, como las constructoras, tendrían que sustituir a estos trabajadores por personal con mayor salario.
“Es difícil pensar que se implementará una política de deportaciones masivas que resultaría en un aumento permanente en la tasa de inflación al resultar en presiones significativas en los salarios”, señaló.
El tercer punto que BBVA toca para considerar inviable una deportación masiva por parte del gobierno de Estados Unidos tiene que ver con la logística, ya que, dijo, los migrantes no documentados están dispersos en muchos hogares por lo que, para deportarlos, las autoridades tendrían que ir casa por casa en todo el país.
El Pew Research Center señala que hay unos 11 millones de migrantes indocumentados que residen en 6.3 millones de hogares en Estados Unidos, es decir, uno de cada 20 hogares en ese país tiene al menos a una persona con esta condición.
“Si la autoridad migratoria logra identificar alguna vivienda con migrantes no documentados, es casi seguro que solo haya una o dos personas no documentadas en el hogar, por lo rastrear a todos sería una actividad titánica que implicaría una revisión casa por casa que tendría altos costos fiscales”, advirtió la institución financiera.
Finalmente, el documento recordó que una gran cantidad de migrantes no documentados residen en “jurisdicciones santuario”, es decir, ciudades cuyos gobiernos cooperan poco con las autoridades migratorias.
El análisis señala que 56 por ciento de los 11 millones de migrantes no documentados reside en un estado con un gobernador del partido demócrata, quienes tienden a cooperar menos con las autoridades migratorias federales.
Destaca casos como los de Oregon, Illinois, California, Nueva Jersey y Washington, estados cuyas leyes que protegen a los migrantes, independientemente de su estatus migratorio, así como Colorado, Connecticut, Maryland, Vermont, Nueva York y Rhode Island, cuyas legislaciones limitan la cooperación con las autoridades migratorias.
El análisis de BBVA indicó que la segunda administración de Trump tendrá un impacto bajo sobre las remesas que trabajadores migrantes envían a sus familias en México, esto tras la amenaza del republicano de limitar o imponer un impuesto a los envíos de dinero desde territorio estadounidense.
Recordó que entre 2016 y 2020, durante el primer periodo de gobierno de Trump, las remesas a México en dólares se incrementaron en más del 50 por ciento.
Si bien las políticas antimigratorias pueden tener un impacto sobre el flujo de mexicanos que trabajan en Estados Unidos, BBVA recordó que sólo un tercio de la población migrante mexicana en ese país es no documentada, por lo que, ante una menor oferta de mano de obra migrante aumentaría los salarios de aquellos que sí se pueden quedarse y solicitar un empleo, por lo que tendrían más dinero para enviar a sus comunidades de origen.
“En un contexto de una economía que crece a tasas por encima de su potencial y en que la tasa de desempleo está en su nivel natural, consideramos que las políticas anti-inmigrantes de la administración Trump tendrán pocos efectos en las familias receptoras de remesas y en la economía en México”, concluyó.