Con el asesinato de la abogada y activista Cecilia Monzón Pérez, el Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG), del Instituto de Derechos Humanos “Ignacio Ellacuría, SJ” de la IBERO Puebla contabiliza 24 feminicidios en la entidad, en lo que va del año.
La Fiscalía General del Estado (FGE) por su parte, reportó hasta abril, sólo siete asesinatos de mujeres por razón de género.
En enero la Fiscalía de Puebla integró dos carpetas de investigación por feminicidio; en febrero, tres y en marzo y abril, abrió una más. De acuerdo con los comunicados de prensa emitidos por la institución, solo en tres de estos crímenes hay personas detenidas.
Cabe aclarar que el OVSG no contabilizó como feminicidio la ejecución de una mujer ocurrida la madrugada del 3 de marzo en el municipio de Ciudad Serdán, donde también fueron privados de la vida tres hombres.
En su momento, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta declaró que este multihomicidio estaba relacionado con narcomenudeo, pero el 14 de abril la FGE anunció la detención de Benjamín N. y Juan Manuel N. alias “El Chéspiro”, supuestos responsables de este multihomicidio, que fueron vinculados a proceso por el homicidio calificado de los tres varones y el feminicidio de la mujer.
Por otra parte, el OVSG enlistó como feminicidio el caso de María Luisa Pérez Sayaz, la mujer de 49 años de edad reportada como desaparecida en Tecamachalco y días después hallada sin vida y con signos de violencia al fondo de una barranca en el mismo municipio. Si bien en este crimen también hay dos personas detenidas, la FGE informó que se trató de un secuestro debido a que la familia de la víctima recibió mensajes con la exigencia de entregar medio millón de pesos para liberarla.
Los feminicidios en el presente año
Liliana Lozada de Jesús encabeza la lista de feminicidios ocurridos este 2022. La mujer de 33 años de edad era madre de dos menores de 10 y 7 años. Desapareció el 3 de enero al salir de su domicilio en la ciudad de Puebla y 18 días después fue encontrada sin vida y semienterrada en la comunidad de Tenextepec, en los límites de los municipios de Atlixco y Huaquechula.
El principal sospechoso de este crimen es un asesor financiero de la región, que incluso fue citado a declarar pero al que las autoridades dejaron libre y cuando quisieron aprehenderlo ya había huido.
María Isabel tenía apenas 10 años de edad y el lunes 17 de enero desapareció en el municipio de San Pablo Zoquitlán cuando se dirigía a la casa de una vecina, a quien acompañaba todas las tardes. La mañana del día siguiente fue localizada sin vida y con signos de abuso sexual en el barrio de Coyotzonga.
Antes de la desaparición, familiares y vecinos notaron la presencia de varios hombres que ingerían bebidas embriagantes afuera de una tienda.
Mayra Martínez, de 36 años de edad, desapareció al salir de su domicilio en la colonia 16 de marzo, de Tehuacán. La mañana del 15 de enero, habitantes de la comunidad de La Magdalena Tetela, Acajete, hallaron su cuerpo desnudo y con signos de violencia en un lote baldío.
María Engracia Jiménez de la Cruz tenía 38 años de edad y desapareció el 27 de enero al salir de su domicilio en Nauzontla. El 3 de febrero fue localizada sin vida y con signos de violencia en un terreno baldío de Zoquiapan. Su hija reportó a las autoridades que el mismo día de su desaparición un hombre desconocido llegó a su casa, porque supuestamente pensó que ahí había una tienda.
Irene Ferrer Bazán, de 42 años, fue asesinada a balazos por su exesposo en el municipio de Francisco Z. Mena. El homicida la atacó cuando ella estaba en su negocio dedicado a la venta de productos de limpieza; luego huyó a bordo de una camioneta pero en un paraje de la localidad de La Reforma, en el municipio de Álamo, ya en el estado de Veracruz, se suicidó.
El 2 de marzo, el cadáver de una mujer fue localizado en la lateral del Periférico Ecológico, a la altura del bulevar Clavijero, en la ciudad de Puebla. El cuerpo presentaba huellas de ahorcamiento, por lo que se aplicaron los protocolos para casos de feminicidio. La mujer fue anotada en calidad de desconocida.
Karina Bernardo Durán, de 26 años, desapareció el 27 de febrero en el municipio de Palmar de Bravo y la noche del 2 de marzo fue encontrada sin vida al fondo de una cisterna. Aunque el OVSG lo catalogó como posible feminicidio, no se precisó si fue víctima de este delito o cayó de forma accidental.
El 14 de marzo una mujer de 25 años de edad, cuya identidad se desconoce, fue hallada sin vida, con golpes en la cabeza, abdomen y signos de estrangulamiento en una barranca de la colonia Santa Lucía, también en la ciudad de Puebla.
Lidia González Trejo era una maestra jubilada y la mañana del 17 de marzo fue hallada sin vida al interior de su domicilio ubicado en Zacatlán. El cuerpo de la mujer de 57 años presentaba golpes y su familia informó que tenía problemas legales con su expareja, un hombre identificado como Ramón Miguel N, director de una escuela primaria en el mismo Pueblo Mágico.
Rosa María López Moreno tenía 15 años de edad y desapareció el 20 de marzo al salir de su domicilio localizado en el barrio de Cuapech, perteneciente al municipio de Cuetzalan. Cinco días después fue localizada sin vida y aunque se desconocen detalles al respecto, en redes sociales su familia exigió justicia.
A Celestina Mora, de 41 años de edad, la privó de la vida su propio esposo en el municipio de Hueytamalco. El feminicidio ocurrió el 13 de abril en la localidad de Tilapa, cuando el hombre la acusó de haberle sido infiel; tomó un arma de fuego calibre 9 milímetros y le disparó en dos ocasiones.
Olga Lidia Medrano, de 35 años de edad, también fue asesinada por su esposo. El 11 de abril en un inmueble en La Joya, municipio de Nopalucan, Diego Armando N le disparó y la apuñaló. Luego intentó quitarse la vida y atacó a los policías que lo detuvieron. Aunque ingresó a un hospital para su atención médica, se quedó en prisión y fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio.
Camila tenía 21 años de edad y fue asesinada por su primo, Adrián Alejandro, de 22 años. Fue el 31 de marzo cuando, según las investigaciones de la Fiscalía de Puebla, el detenido, bajo los influjos de la droga mató a su tío Alán de 29 y a su prima en su vivienda ubicada en San Baltazar Campeche, junta auxiliar de la ciudad de Puebla.
El crimen habría ocurrido por supuestas diferencias familiares y el presunto responsable fue vinculado a proceso por homicidio calificado y feminicidio.
Luisa Vivaldo murió tras ser golpeada brutalmente por su esposo. El feminicidio se registró el 3 de mayo en el municipio de Huaquechula y desde Estados Unidos las hermanas de la víctima exigieron justicia. Aunque el responsable está plenamente identificado, no ha sido detenido.
A Rocío la mató su expareja sentimental la madrugada del 11 de mayo cuando regresaba de celebrar el Día de las Madres en la Feria de Puebla, junto a una amiga. La víctima era madre de dos menores y el feminicidio ocurrió en San Baltazar Tetela, nuevamente en la ciudad de Puebla. El presunto responsable fue identificado como Carlos N y está prófugo.
Linda tenía 29 años, era madre de una niña de 11, estudiaba enfermería y la madrugada del mismo 11 de mayo fue asesinada en un domicilio ubicado en Tehuacán. Su mamá declaró que la golpearon en la cabeza y otras partes del cuerpo hasta que le reventaron los órganos internos, pero los peritos le dijeron que falleció por sobredosis. El principal sospechoso es un hombre identificado como Juan Carlos M, de 40 años de edad, quien era su pareja sentimental.
A Marcela, su pareja sentimental la mató de un disparo en la cabeza la madrugada del 17 de mayo en San Salvador Chachapa, Amozoc. Vecinos escucharon que la pareja discutía; luego el disparo. El agresor fue identificado como Gerardo N, quien también huyó tras cometer el crimen.
Este fin de semana se dio a conocer el hallazgo del cadáver de Sandra Elizabeth Pérez Portillo, de 32 años de edad que fue encontrada sin vida en una cisterna tras un mes de haber sido privada de la libertad.