En lo que va de este año 29 personas reportadas como no localizadas fueron halladas sin vida en el estado de Puebla, siete mujeres y 22 hombres, la mayoría con signos de violencia extrema y entre ellos se encuentran una adolescente de 15 años y un niño de 12 años.
Los hallazgos se concentraron en los municipios de Tecamachalco, Huejotzingo y Cuapiaxtla de Madero, con tres casos cada uno, pero también en Puebla, Palmar de Bravo y Acatzingo.
Adrian Blanca Calderón tenía 31 años y desapareció el 3 de enero en la zona de La Acocota, en la ciudad de Puebla. El joven músico fue hallado muerto; con un golpe en la cabeza, encobijado y embolsado al siguiente día en la colonia Nueva San Salvador, de la junta auxiliar de San Sebastián de Aparicio, pero fue hasta el 12 de enero cuando sus familiares identificaron el cuerpo.
Mayra Martínez, de 36 años, desapareció en el municipio de Tehuacán. El 15 de enero habitantes de la comunidad de La Magdalena Tetela, en Acajete, encontraron su cuerpo desnudo y con signos de violencia en un lote baldío. Fue identificada por un tatuaje en el pecho debido a que sus restos ya comenzaban a ser carcomidos por la fauna.
Raúl, de 48 años, era conductor de un taxi ejecutivo de la plataforma Didi y desapareció el 18 de enero en Acatzingo. La noche de ese mismo día fue hallado sin vida al fondo de una barranca de la localidad de Progreso de Juárez; su cuerpo tenía un disparo de arma de fuego, pero el automóvil nunca apareció por lo que se presume que fue víctima de un asalto.
Liliana Lozada tenía 33 años, era madre de dos niños de 10 y 7 años y desapareció el 3 de enero en el fraccionamiento Hacienda Los Capulines, en la ciudad de Puebla. Tras 18 días de búsqueda, fue hallada sin vida y semienterrada en la comunidad de Tenextepec, ubicada en los límites de los municipios de Atlixco y Huaquechula. Un asesor financiero de la región es el principal sospechoso de su feminicidio.
Elizabeth Ramírez, de 37 años, desapareció el 26 de diciembre de 2021 en el fraccionamiento Los Sauces, en Huejotzingo. El 22 de enero fue localizada sin vida y en avanzado estado de putrefacción en un canal de riego entre Santa Ana Xalmimilulco, Puebla y Nativitas, Tlaxcala. Cuando desapareció, su pareja sentimental ingresó a su domicilio para sacar algunas pertenencias y en ese momento se convirtió en el principal sospechoso.
Javier M.H, de 24 años, desapareció el 23 de enero en Huixcolotla. Fue visto por última vez con unos amigos que supuestamente lo acercaron a su domicilio, pero una semana después apareció muerto, con impactos de bala y signos de tortura en el municipio de Tecamachalco.
José de Jesús Gómez cumplió 32 años estando desaparecido. El 17 de enero se le vio por última vez en el mismo fraccionamiento de Huejotzingo donde desapareció Elizabeth y 15 días después fue encontrado muerto y al fondo de un pozo de más de 30 metros de profundidad; sin embargo, su familia confirmó la noticia varios días después.
Desapariciones y feminicidios
María Engracia, de 38 años, desapareció el 27 de enero luego de recibir una llamada telefónica y salir de su domicilio ubicado en el municipio de Nauzontla. El 3 febrero fue hallada muerta y en avanzado estado de descomposición en un terreno baldío de Zoquiapan.
Miguel Ángel Jiménez tenía 18 años y se convirtió en la tercera persona desaparecida en el fraccionamiento Los Sauces de Huejotzingo. El joven fue visto por última vez el 9 de enero y casi un mes después su familia informó en redes sociales, sin dar más detalles, que fue hallado sin vida.
María Luisa Pérez, de 49 años, era originaria del municipio de Acatzingo y el 24 de enero desapareció en Tecamachalco. El 11 de febrero fue localizada sin vida y al fondo de una barranca de la colonia Valle del Sol. La Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) informó que fue víctima de un secuestro y detuvo a dos presuntos responsables.
Ricardo Monroy tenía 25 años y desapareció el 12 de febrero en el municipio de Tochimilco mientras conducía una motocicleta. Cinco días después su familia lo encontró muerto al fondo de una barranca ubicada sobre la autopista Siglo XXI, en inmediaciones del municipio de Atzitzihuacan. El cuerpo presentaba múltiples fracturas, por lo que se presume que se accidentó.
Abel Martínez tenía 50 años; era padre de familia y extrabajador de Volkswagen. Sus hijos y hermana reportaron su desaparición debido a que el 11 de febrero salió de su domicilio ubicado en la colonia Vicente Guerrero, al sur de la ciudad de Puebla y nunca regresó. La noche del 21 de febrero su cuerpo fue encontrado al interior de una bolsa negra de plástico que a su vez fue depositada en un bote de basura abandonado en una barranca de la carretera a Santa Cruz Alpuyeca, cerca de la Academia de Policía Ignacio Zaragoza.
Mauricio Torres, de 54 años, era buscado por su esposa y el 1 de marzo fue encontrado sin vida, pendiendo de un lazo y con diversas cortaduras en un terreno baldío de la junta auxiliar de San Cristóbal Tepontla en San Pedro Cholula.
Karina Bernardo era una joven de 26 años que desapareció el 27 de febrero al salir de su domicilio localizado en el municipio de Palmar de Bravo. La noche del 2 de marzo su cuerpo fue hallado al fondo de una cisterna en terrenos de cultivo de la localidad de San Miguel Xaltepec. En ese momento no se determinó si se trató de un feminicidio o cayó accidentalmente.
Un hombre de aproximadamente 30 años conocido como “Gokú” desapareció el 14 de marzo en Tecamachalco y al siguiente día campesinos hallaron su cuerpo semidesnudo y con signos de tortura en Huixcolotla.
Rosa María López tenía 15 años y fue vista por última vez la mañana del 20 de marzo al salir de su domicilio ubicado en el barrio de de Cuapech, perteneciente al municipio de Cuetzalan. El 24 de marzo su familia comunicó que fue encontrada sin vida y, aunque no dieron detalles al respecto, exigieron justicia.
Víctimas menores y familiares
Alfredo Guarneros, de 19 años, desapareció el 6 de abril en el municipio de Palmar de Bravo y al siguiente día su familia lo encontró sin vida. El cuerpo estaba decapitado y el 10 de abril se manifestaron sobre la autopista Puebla-Orizaba para exigir la entrega de sus restos, pues acusaron que no los querían entregar hasta que se hallara la cabeza.
Fernando Leo, de 25 años y Ángel Gabriel Sánchez, de 12 años, desaparecieron el 13 de abril afuera de un bar ubicado en el municipio de Huixcolotla. Al niño y su acompañante los levantó un grupo de, por lo menos, ocho hombres. El 16 de abril Fernando fue encontrado sin vida y al interior de bolsas negras en el canal de Valsequillo a la altura de San Gabriel Tetzoyocan, junta auxiliar de Yehualtepec mientras que el 22 de abril el menor también apareció muerto y con signos de violencia en las aguas de Valsequillo, pero en la localidad de Xochimilco, Tecamachalco. Por este doble homicidio hay ocho detenidos.
Lorenzo Rodríguez, de 33 años, desapareció el 16 de abril después de asistir al tianguis sabatino que se instaló en el barrio de San Juan, en Tecamachalco. Seis días después su cuerpo apareció flotando en el canal de Valsequillo, ahora los límites de los municipios de Xochitlán Todos Santos y Tlacotepec de Benito Juárez.
Jaime Juárez, un conocido mariachi de Acatzingo, desapareció la mañana del 23 de abril. Al día siguiente campesinos encontraron un cuerpo en la barranca que se localiza cerca de las calles Sonora y Michoacán y hasta ese lugar llegó su familia para confirmar su identidad. El hombre de 38 años no cayó de forma accidental debido a que su cuerpo presentaba un impacto de bala.
Fabián López, de 27 años; Rubén Rocha, de 46 y Oscar Centeno, de 23 años, desaparecieron el 16 de abril en el municipio de Cuapiaxtla de Madero. El 24 de abril el colectivo Voz de los Desaparecidos dio a conocer que Oscar fue localizado sin vida mientras que Rubén y Fabián también fueron hallados muertos el 4 de mayo al fondo de una barranca en el mismo municipio junto a una tercera persona, cuya identidad se desconoce.
Miguel Ángel tenía 38 años, padecía el mal de Parkinson y tenía problemas para hablar y caminar. Desapareció el 3 de mayo y tres días después fue localizado sin vida en un campo de cultivo de Izúcar de Matamoros, cerca de la carretera internacional a Oaxaca, frente de la gasolinera de Tecomatlán.
Los hermanos José Israel Sill, Brayan Moreno Sill y Adolfo Moreno Sill de 24, 17 y 16 años, desaparecieron la madrugada del 1 de mayo al salir de un bar ubicado en Misiones de San Francisco, municipio de Coronango. El 10 de mayo fueron encontrados muertos y con signos de violencia en Papalotla, Tlaxcala, pero el gobernador Luis Miguel Barbosa adelantó que muy probablemente su ejecución ocurrió en Puebla. También informó que el bar al que asistieron funcionaba como un centro de distribución de droga.
Pascacio Landero de 66 años, desapareció el 6 de mayo en el municipio de Hueytamalco y el 10 de mayo lo hallaron sin vida y en avanzado estado de descomposición en la parte trasera de una vivienda de la localidad de «El Mohón». Se presume que el señor murió al caer accidentalmente de una altura aproximada de dos metros.