Seis soldados mexicanos muertos y dos heridos, dejó una mina terrestre presuntamente colocada por el crimen organizado que explotó al paso de un convoy en la localidad de El Santuario, en límites entre Jalisco y Michoacán.
La unidad transitaba entre la noche de ayer y la madrugada de hoy por un camino de terracería cuando el artefacto se activó.
Acorde con fuentes oficiales citadas por Milenio e Infobae, se trataba de una operación en curso contra campamentos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Tras la explosión, los militares heridos fueron trasladados en helicóptero a un hospital de la región. Su estado de salud se reporta como grave.
Hasta el momento solamente se confirmó de manera extraoficial la identidad de dos de las víctimas. Se trata del segundo subinspector Jovany Rosales y el subagente Jorge Alberto Cruz Velázquez.
Lucha con minas en montes de Jalisco y Michoacán por control territorial
La emboscada ocurrió en un territorio en disputa entre el CJNG y organizaciones criminales del narcotráfico como Los Reyes, La Nueva Familia Michoacana y Cárteles Unidos.
En esa región —que abarca municipios de Tierra Caliente como Tepalcatepec, Aguililla y Buenavista Tomatlán— el uso de minas terrestres ha crecido de forma alarmante desde 2022.
De acuerdo con datos de Infobae, desde esa fecha se documentaron decenas de casos en los que estos explosivos ya causaron muertes de militares y civiles.
Las minas terrestres, en su mayoría de fabricación casera, se convirtieron en estrategia recurrente del CJNG para obstaculizar el ingreso de las Fuerzas Armadas.
Así es como los criminales se hacen del control total del territorio; con los explosivos generan terror entre las comunidades, quienes se sufren de desplazamiento forzado.
La militarización de la lucha contra el crimen en regiones como Tierra Caliente generó ya un patrón conocido y temido por los pobladores afectados.
Los grupos criminales responden con armas de guerra a las embestidas militares, y el terreno —en particular la sierra— se convierte en campo minado sin control institucional ni atención civil.
Silencio institucional, saldo mortal
A pesar de las muertes por la explosión de las minas terrestres, ni la Secretaría de la Defensa Nacional ni los gobiernos estatales de Jalisco y Michoacán emitieron hasta la publicación de esta nota declaraciones oficiales.
Tampoco se confirmó el número o nombres de los militares. Durante la mañanera del pueblo de la presidenta Claudia Sheinbaum de este miércoles tampoco se abordó el tema.
Se espera que en las próximas horas se difunda un parte formal sobre el incidente. Hasta entonces, el operativo permanecería activo en la región con fuerzas federales y estatales desplegadas para intentar localizar a los responsables.
En lo que va de 2025 el Ejército Mexicano decomisó más de mil 200 artefactos explosivos improvisados, un tercio de ellos en Michoacán.