Yesenia Yocelin y su hermana Guadalupe de Jesús Sánchez Garrido, quien tenía cuatro meses de embarazo, fueron víctimas de feminicidio. Eran originarias de Zacatlán, Puebla, y sus cuerpos fueron hallados en su departamento de Santiago Tulantepec, Hidalgo, junto con el de su mejor amiga, oriunda de Tijuana, Baja California. La familia de las poblanas exige justicia.
El hecho ocurrió el 30 de julio en el municipio hidalguense de Santiago Tulantepec, cuando al interior de un departamento de la colonia San Isidro fueron hallados los cuerpos de tres jóvenes de entre 23 y 25 años.
Autoridades de dicha entidad indicaron que las tres tenían signos de violencia; según reportes, alguien ingresó a su domicilio y las atacó con un arma punzocortante.
Tras el levantamiento de los cadáveres se reveló su identidad; eran amigas y vivían juntas, una de ellas era originaria de Tijuana y las otras de Puebla, una de ellas con cuatro meses de embarazo.
Una de las jóvenes fue identificada como Vivían Daniela García Sepúlveda, tijuanense que trabajaba como paramédico, confirmó la madre de la joven.
“Quisiera irme de la mano con ella y lo haré hasta que se haga justicia, no por mi dolor, por la seguridad de que otras chicas no les pase lo que a mi hija y a sus amigas Joss y Pita, que eran hermanas y por ese pequeñito que no alcanzó a nacer (…) Justicia para mi hija y sus compañeras”, escribió la madre de Vivían Daniela.
Yesenia y Guadalupe, las hermanas poblanas asesinadas
Las otras jóvenes privadas de la vida fueron Yesenia Yocelin, de 25 años de edad, y su hermana de 23, Guadalupe de Jesús Sánchez Garrido, quien tenía cuatro meses de embarazo.
Eran originarias de Zacatlán, Yesenia trabajaba en Hidalgo en un laboratorio de análisis clínicos y su hermana estudiaba Criminología en la Universidad Tecnológica de Tulcingo.
Medios de Hidalgo dieron a conocer que la madre de las poblanas, Balbina Garrido, relató que fue notificada de los hechos a través de una llamada.
Junto con su esposo, el viernes exigió justicia frente a la procuraduría de Hidalgo y el sábado ambas jóvenes fueron enterradas en su natal Atzingo, Zacatlán.
Hasta el momento las autoridades de Hidalgo no tienen ningún detenido o sospechoso de este triple feminicidio.
