Entre 2018 y 2020 el porcentaje de personas que viven en situación de pobreza en México pasó de 41.9 a 43.9 por ciento, lo que implica un incremento de carencias sociales de acuerdo con el “Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022” del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo social (Coneval).
El informe, expuesto el pasado 15 de febrero, significa que en solo dos años 3.8 millones de personas se ubicaron en situación de pobreza. En 2018 la cifra de habitantes con carencias sociales era de 51.9 millones, mientras que para el 2020 los números se elevaron a 55.7 millones.
En su glosario, el Coneval indica que se considera que una persona es pobre cuando tiene al menos una carencia social de los seis indicadores principales: rezago educativo; acceso a servicios de salud; acceso a seguridad social; calidad y espacios de la vivienda; servicios básicos en la vivienda; acceso a la alimentación).
Su definición también se apoya en tres subdivisiones principales:
a) Pobreza extrema: tiene tres o más carencias de las seis posibles; se encuentra por debajo del límite de bienestar mínimo; su ingreso económico es “tan bajo que aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos” no adquiriría los nutrientes necesarios para poder tener una vida sana.
b) Pobreza moderada: persona con carencias, pero de quien su pobreza no podría definirse como extrema; “se obtiene al calcular la diferencia entre la incidencia de la población en pobreza menos la de la población en pobreza extrema” (Coneval, s.f.).
c) Pobreza multidimensional: se define como multidimensional debido a que la “persona no tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos sociales y sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades” (Coneval, 2020).
Carencias más comunes en población mexicana
La pobreza extrema fue la que mayor crecimiento registró al pasar de un 7 por ciento en 2018 (es decir, 8.7 millones de personas) a un 8.5 por ciento en 2020 (10.8 millones de personas), mientras que el acceso a la seguridad social fue la carencia más significativa entre la población mexicana a pesar de que disminuyó de un 53.3 a 52 por ciento en ese mismo periodo.
Por otro lado, la falta de acceso a servicios de salud aumentó entre 2018 y 2020 al ir de 16.2 a 28.2 por ciento. El rezago educativo, por su parte, creció de 19 a 19.2 por ciento en el mismo lapso, de acuerdo con el informe presentado cada dos años por Coneval.
Covid y programas sociales abonaron al incremento de la pobreza
Santiago Levy, economista mexicano, indicó que la pandemia por covid-19 tuvo un severo impacto en esta medición debido a la “tímida respuesta” del gobierno mexicano frente a otros países. El exsubsecretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sugirió que era más oportuno proteger a la población con seguridad social en lugar de transferir dinero a las personas a través de programas sociales.
“Las transferencias son importantes, pero complementarias. Sustituimos esta cobertura con transferencias. No tenemos un aseguramiento social funcional y compensamos con eso”, comentó Levy.
Por otro lado, el titular de Coneval, José Nabor Cruz, defendió que sin estas transferencias a través de programas sociales la población en situación de pobreza habría registrado un mayor aumento en 2020.
El “Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022” también reveló cifras desalentadoras para la población infantil (personas menores de 18 años de edad) debido a que más de la mita de niñas y niños en México viven en pobreza, con altos índices de carencias como son el acceso a la seguridad social.
En este sentido, el 50.3 por ciento de la población infantil se encontraba en situación de pobreza en 2018, mientras que para el ara 2020 la cifra subió a 52.6 por ciento, es decir, un estimado de 37 millones de personas, siendo un 29.2 por ciento de la población total.