La derogación del horario de verano, avalada ayer por la Cámara de Diputados, fue bien recibida por los poblanos, quienes coincidieron en que la medida establecida en 1996 no tiene verdaderos beneficios en cuestión de ahorro de energía y, por el contrario, genera confusión y alteraciones en la rutina de las familias durante los primeros días en que se implementa.
Mediante un sondeo realizado por este diario, los ciudadanos expresaron que si la propuesta finalmente se avala en el Senado y se aplica en 2023 será bien acogida por la sociedad, ya que el gasto en energía eléctrica nunca tuvo una verdadera disminución y, por el contrario, trabajadores y estudiantes se veían afectados al tener que salir hacia sus centros de actividades en la oscuridad.
Gabriela Cruz es madre de familia y declaró que si los estudios realizados en materia de impacto ambiental evidenciaron que la contribución del cambio de horario al cuidado del planeta es mínima no tiene caso que la población siga lidiando con ello.
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“De por sí como que levantarse temprano es un poquito complicado y luego tener que dormir menos lo era más, porque no se adapta uno rápido a dormirse más temprano para levantarse más temprano, era menos tiempo el que teníamos para dormir”, dijo.
La señora Adriana González, de 52 años, consideró que el horario de verano si puede perjudicar la salud y como ejemplo comentó que ella solía salir a hacer ejercicio a temprana hora, pero a partir de que se implementaron los cambios ha dejado de hacerlo o sale más tarde para evitar la oscuridad, pues teme ser víctima de la delincuencia.
“El horario de invierno es el que siempre habíamos tenido, yo no sé porque de un momento a otro lo cambiaron, de todos modos, se gasta lo mismo, no hay ningún beneficio, es igual el gasto, más temprano hay que prender focos, yo a veces ya no salía a correr, a caminar, porque todavía estaba oscuro”, mencionó.
Con ella coincidió José Alfonso Jiménez, de 81 años de edad y empleado de un restaurante, quien opinó que la propuesta del presidente, Andrés Manuel López Obrador, sí atendió a una necesidad social, ya que para los trabajadores es más segura la movilidad con la luz del sol.
En tanto que Ángel Amador y Vera Martínez Amado, ambos padres de familia, indicaron que en sus respectivos hogares nunca vieron reflejada una verdadera disminución en el gasto, ya que en el recibo de cobro siempre oscila en los 280 y 150 pesos, en cada caso y sin importar el mes del año, salvo diciembre, donde tiende a aumentar el consumo.
Alberto Islas es estudiante universitario y dijo que, aunque toda su vida ha estado familiarizado con el horario de verano siempre le había resultado innecesario, motivo por el que confió en que a partir del próximo año deje de aplicarse. “Hacemos las cosas con más calma, en el horario de invierno salimos ya con la luz del día y te da más tiempo de hacer tus cosas en la mañana que es lo primordial”, subrayó.
Finalmente, Mario Romero, comerciante en el Centro Histórico, señaló que la actividad de los negocios o empresas no tendría por que verse afectada con la derogación que se impulsa. “Yo siento que no tuvo ningún beneficio ecológico como se esperaba, porque las escuelas o los trabajos tenían el mismo horario de entrada, no importaba si estaba oscuro o no y en lo laboral yo creo que en su momento solo fue una estrategia, algo para psicológicamente hacernos creer que rendiríamos más, cuando es igual”, acotó.