El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de México (SITIAVW) y la empresa dejaron hasta el último momento la revisión salarial 2025, pues apenas este lunes comenzaron las negociaciones formales, a solo una semana de que venza el plazo para iniciar una posible huelga en la planta de Puebla, el próximo 18 de agosto a las 11:00 horas.
Según fuentes internas de la fábrica, que pidieron anonimato, el proceso oficial inició con la entrega del pliego petitorio por parte del sindicato el 18 de julio, donde solicitaron un incremento del 14 por ciento. Sin embargo, a pesar de que la petición fue presentada hace casi un mes, las mesas de negociación no se instalaron sino hasta este 11 de agosto.
Esta demora en iniciar las pláticas se vincula, en parte, a una pausa en las actividades de la planta que se llevó a cabo del 20 de julio al 2 de agosto, la cual tuvo como objetivo principal la recuperación de los stocks de seguridad de materiales en las líneas productivas, una medida necesaria para asegurar la continuidad de la producción una vez que se reanudaran las operaciones.
Según dichas fuentes, lo que se sabe es que el sindicato mantiene firme su demanda de un aumento salarial del 14 por ciento y la empresa aún no ha presentado ninguna contraoferta.
Incluso, acudirán en los próximos días a la Ciudad de México para continuar con la negociación ante las autoridades del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral.
Este retraso o llevar la negociación al límite ha dejado en incertidumbre a la base trabajadora, que incluso asegura que se trata de algo malintencionado o preparado para irse a huelga, ya que considera que la empresa podría necesitar detener actividades debido a la incertidumbre comercial internacional.
El Sol de Puebla solicitó un posicionamiento oficial a los líderes sindicales, Hugo Zeteno y Hugo Tlalpa Luna, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió respuesta por parte de ninguna de las partes involucradas.
Cabe recordar que, en preparación a un posible paro, el sindicato ha comenzado a organizar a sus afiliados para actuar como jefes de caseta, quienes estarían encargados de resguardar los accesos a la planta en caso de que las negociaciones fracasen y la huelga se active.