El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) es uno de los órganos de mayor eficiencia del Estado mexicano a nueve años de su creación. Durante este periodo, además de equilibrar a dos industrias de intensiva inversión y dinamismo como son telecomunicaciones y radiodifusión, el IFT ha tramitado y resuelto más de 120,000 asuntos relacionados con estos sectores y ha logrado una recaudación cercana a los 3,400 millones de dólares, medido en esa moneda, sólo en lo que va del presente gobierno, el mismo que aboga por su desaparición como órgano autónomo.
En un contexto de recortes presupuestales, confinamiento sanitario y bajones económicos, el IFT también ha logrado incrementar la recaudación a favor de la Tesorería de la Federación y es durante el sexenio de la Cuarta Transformación (4T) en el que ha conseguido los picos más elevados en captación de recursos por aprovechamiento de frecuencias de espectro, permisos, concesiones y sanciones, entre muchos otros asuntos que corresponden a sus atribuciones, y es también durante este gobierno en el que ha generado los mayores ahorros económicos por ejercicio y los ha devuelto a la Secretaría de Hacienda.
Las industrias que regula el Instituto Federal de Telecomunicaciones participan en la economía mexicana con casi 327,000 empleos y 601,000 millones de pesos generados al año, alrededor del 4.4% del PIB nacional en 2021.
Es de esa referencia de la que el IFT desarrolla política regulatoria para generar competencia y concurrencia, por ejemplo, a través de licitaciones de frecuencias para la creación de nuevas alternativas de comunicación y actores que ingresen al sector; o de revisiones a tarifas a algunos agentes económicos para que más usuarios puedan usar más servicios.
Y es también de allí de donde este regulador maniobra para evitar presionar de más a los concesionarios con tributaciones elevadas, como son aquellas para la explotación de frecuencias para servicios de telefonía, Internet y radio y televisión, porque la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados no han conseguido desarrollar una nueva política de tasación para el espectro, a pesar de los reclamos de la industria y del mismo IFT.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones ha recaudado un total de 144,118.48 millones de pesos desde septiembre del año 2013 y hasta diciembre del 2021, de acuerdo con los reportes trimestrales de actividades de ese organismo. Esta cifra es equivalente a 7,120.34 millones de dólares.
Durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el regulador captó 75,688.02 millones de pesos a favor de la Tesorería de la Federación, unos 3,739.47 millones de dólares.
En lo que va de este gobierno, el IFT lleva recaudado hasta diciembre de 2021 un total de 68,430.46 millones de pesos y es igual al 47.48% de los recursos captados por el IFT en sus nueve años de vida, aunque esa cifra se incrementará ante los casi tres años que aún restan de este sexenio y son recursos que el gobierno federal dirige a participaciones de los estados, creación de infraestructura y sus programas de asistencia social, entre otros.
Ya en el primer trimestre del 2022, el IFT lleva recaudado al menos 1,235 millones de pesos a favor de la Tesorería de la Federación por los espectros colocados en la reciente licitación de radio AM/FM a nivel nacional y las frecuencias renovadas a Telcel y AT&T.
En 2019, el primer año de la 4T, la autoridad reguladora captó 26,673.90 millones de pesos a favor del Estado y en 2020, en el año más crítico de la pandemia, le ahorró al gobierno 298 millones de pesos; y desde el 2013, el IFT liga, hasta donde ha hecho público esos datos, un ahorro por 345 millones de pesos.
A pesar del trabajo regulatorio del IFT, el gobierno federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador anhela la desaparición de este órgano autónomo
En febrero de este año, el presidente acusó la “estructura burocrática y sectaria, contraía al interés nacional” que significan los órganos autónomos. López Obrador reconoció también en ese mes que durante su gobierno no podrá conseguirse la anulación de los organismos como el IFT: “Hay cosas que van a quedar pendientes”, dijo en una de sus conferencias mañaneras.
Para López Obrador, el IFT es resultado del régimen neoliberal surgido de una reforma estructural de 2013.
El IFT, que ha sido emulado por el regulador inglés Ofcom en temas de portabilidad numérica y reconocido también internacionalmente por su banco de información de telecomunicaciones y radiodifusión, fue reconocido por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) como un regulador de quinta generación, por sus políticas que persiguen una transformación digital de la economía y sociedad mexicanas.
Tras este reconocimiento, en una entrevista radiofónica el actual presidente del IFT, Javier Juárez Mojica, dijo que este regulador “es un árbitro que se pone del lado de la industria y del Estado para entender, más no para imponer”.