Marzo, abril y mayo son los meses más complicados para la industria ganadera en el estado de Puebla, pues se enfrenta a la sequía, uno de los fenómenos ambientales que genera falta de agua para darle de beber a los animales, encarecimiento del alimento, pérdidas económicas, la muerte de las cabezas de ganado y problemas con las siembras.
De los 217 municipios que tiene el estado de Puebla, 18 cerraron febrero con sequía, es decir, el 8.2 por ciento, de acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
A través del Monitor de Sequía en México se detalló que 12 de ellos fueron catalogados con un problema anormalmente seco, mientras que seis tuvieron sequía moderada.
Los más afectados fueron Francisco Z. Mena, Jolalpan, Tlacuilotepec, Tlaxco, Jalpan y Venustiano Carranza. Los que sufrieron menos impacto fueron Ahuazotepec, Honey, Huauchinango, LaFragua, Naupan, Pahuatlán, Tenanpulco, Pantepec, Xicotepec, Zihuatautla, Tlaola y Tlachichuca.
Con este dato, el territorio poblano se colocó en el lugar 18 de las 32 entidades de la República Mexicana con la mayor cantidad de municipios afectados al terminar el primer bimestre del 2022.
De acuerdo con el organismo, el problema de sequía aumenta durante los meses de marzo, abril y mayo, debido a que las olas de calor son más intensas en los lugares más secos.
Jordan Arce, presidente de la Unión Ganadera de Santa María Concepción, en el municipio de Jolalpan, dio a conocer que tan solo en esos meses, la producción de los cultivos para forraje, que es el alimento principal de los ganados, pierde su rendimiento hasta en un 42 por ciento, pues pasan de generar 7 toneladas por hectárea a 4 toneladas.
Asimismo, las presas, arroyos y las ollas de agua disminuyen su cantidad de litros hasta en 50 por ciento, debido a la escasez de lluvia y a que las olas de calor son más intensas.
Ambas problemáticas generan que los productores tengan que comprar alimento y agua para mantener a su ganado, sin embargo, en esos meses también se dispara hasta 85 por ciento el precio de la comida para los animales a raíz de la oferta y la demanda.
Aquellos ganaderos que no cuentan con el capital suficiente para cuidar a sus animales llegan a perder hasta el 25 por ciento de sus ganancias por cada unidad, ya que la salud de las reses se deteriora ante la falta de alimento y agua, por lo que su precio disminuye de 20 mil pesos a 15 mil pesos.
En el peor de los escenarios, cada productor puede llegar a perder hasta el 20 por ciento de su ganado, debido al alto índice de mortandad por desnutrición y deshidratación.
“Estamos en puerta de la crisis más fuerte para el sector ganadero, se trata de la sequía, la cual se presenta en marzo, abril y mayo. En esos meses, nuestro ganado se adelgaza, pierde su valor o muere debido a la falta de alimento y agua (…) Muchos no tenemos la posibilidad de aguantar esos problemas o no tenemos dinero para darle de comer a los animales, por lo que algunos los dejan morir”, explicó.
El empresario ganadero declaró que estos efectos negativos provocan que entre marzo y mayo el 20 por ciento de los productores del estado de Puebla abandone la actividad, ya que se convierte en un trabajo sin remuneraciones económicas.
“La sequía provoca que, por cada 10 ganaderos, dos abandonen la actividad porque se convierte en algo que no es rentable y solo genera problemas, por lo que muchos deciden irse a Estados Unidos o a otro estado (de México) con mejores oportunidades de trabajo”, detalló.
Durante los meses de marzo, abril y mayo, los ganaderos no solo se enfrentan el problema de la sequía, sino también la temporada de Semana Santa, donde muchas personas dejan de consumir carne y por lo tanto les cuesta vender sus animales.
Jonathan Arce Tiempos, ganadero del municipio de Jolalpan, dio a conocer que durante la época religiosa los carniceros solo les llegan a comprar una cabeza de ganado a la semana, cuando en otras fechas son hasta cinco animales.