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Revelan participación de poblano en acuerdo de independencia

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La Independencia de México no fue solo obra de los nombres inscritos en los libros oficiales. Desde la Sierra Norte de Puebla, el capitán Juan Nepomuceno Bonilla Hernández aportó una pieza esencial para la consumación del movimiento insurgente.

Originario del municipio de Tetela de Ocampo, Bonilla marchó en 1821 junto a su pelotón rumbo a Veracruz para respaldar al Ejército Trigarante en la firma de los Tratados de Córdoba, documento clave que marcó la ruptura definitiva con la corona española.

Eduardo Torres Molina, descendiente directo del capitán Bonilla y actual presidente de la Sociedad de Defensores de la República Mexicana y sus Descendientes A.C., dio a conocer una serie de documentos familiares que revelan la participación del militar poblano.

Entre ellos se encuentra una carta firmada por el propio Agustín de Iturbide, donde solicita la presencia del capitán en la ciudad de Córdoba para el acto que dio origen al México independiente.

La documentación también señala que Juan Nepomuceno Bonilla Hernández combatió al lado de figuras insurgentes como José Francisco Osorno y José Antonio Martínez de Segura, alias el Tatita Cura.

Su papel dentro del Ejército Trigarante no solo consistió en operaciones de combate, sino en apoyar directamente la logística y protección del movimiento de tropas rumbo a Veracruz, lo que facilitó la firma del tratado con Juan de O’Donojú, jefe político de la Nueva España.

Uno de los hallazgos más llamativos es una carta firmada por Victoriana Segura, esposa del capitán Bonilla, donde se menciona la medalla que le fue otorgada tras su participación en los actos de 1821.

Esta pieza, aún conservada por la familia Torres, va acompañada de otra insignia militar y constituye uno de los pocos testimonios físicos que conectan al estado de Puebla con los días decisivos de la emancipación nacional.

Según Torres Molina, su antepasado siguió vinculado a la vida política y militar del México independiente durante los primeros años de la república.

La existencia de nuevos escritos por descifrar podría arrojar más detalles sobre su rol posterior al triunfo insurgente.

Batallas como las de Izúcar en 1812 o Temalaca en 1815, donde fue capturado José María Morelos, demuestran la dualidad vivida en el estado, entre el apoyo popular al movimiento y la defensa institucional del régimen virreinal.

Torres Molina considera que el legado de figuras como Juan Nepomuceno Bonilla Hernández debe conocerse más allá del ámbito familiar y convertirse en referente de identidad para las generaciones actuales.

Según Torres Molina, el reconocimiento a los héroes serranos es parte fundamental para entender la complejidad del proceso de Independencia en el territorio poblano.

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