La fuga reportada en la presa Manuel Ávila Camacho, mejor conocida como Valsequillo, mantiene en alerta a más de 29 mil campesinos del Valle de Puebla, quienes advierten que sus cultivos de maíz y frijol están en riesgo de perderse.
La filtración detectada no ha sido atendida por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a pesar de que las compuertas de la zona de riego 030 fueron cerradas para intentar contener el líquido.
De acuerdo con los productores, el segundo ciclo de riego programado para los meses de junio y julio, podría cancelarse si el nivel de la presa continúa disminuyendo, provocando un impacto económico severo en municipios como Tecamachalco, Yehualtepec, Tlacotepec de Benito Juárez, Xochitlán Todos Santos y Tepanco de López.
“Si no se repara la fuga y tampoco llueve, no habrá riego y se perderán las cosechas. La crisis para miles de familias sería devastadora”, advirtió Mario Hernández, campesino de Xochitlán Todos Santos.
La situación resulta aún más preocupante porque, a inicios de año, se prometió a los agricultores un ciclo de tres riegos debido al buen nivel de agua en la presa. Basados en esa expectativa, la mayoría apostó por siembras de granos básicos, inversión que ahora ven amenazada.
Los campesinos también señalaron que la presa, con más de siete décadas de antigüedad, jamás ha recibido un mantenimiento profundo, lo que ha derivado en problemas estructurales como la actual fuga.
Cabe recordar que el pasado lunes 21 de abril realizaron una protesta pacífica exigiendo atención inmediata, pero aseguran que Conagua no ha dado respuestas concretas.
“La fuga es crítica. Aunque cerraron las compuertas, el agua se sigue escapando sin freno. Cada litro perdido pone en riesgo nuestro futuro”, lamentaron.
Ante la falta de acciones, los productores pidieron la intervención urgente de autoridades estatales y federales para evitar una crisis alimentaria en la región.