En agosto, el precio de la canasta básica en Puebla, conformada por 44 productos, se ubicó en mil 797.50 pesos, lo que representó una disminución de 0.93 por ciento en comparación con julio, cuando alcanzó los mil 814.50 pesos, de acuerdo con el más reciente monitoreo de precios de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Este retroceso, aunque leve, colocó a Puebla como la cuarta entidad con la despensa más accesible del país, solo por debajo de Tlaxcala, Campeche y Chiapas, que registraron costos menores, con mil 753, mil 769 y mil 788 pesos, respectivamente.
El informe del organismo señala que algunos alimentos y artículos de uso cotidiano para las familias registraron ajustes a la baja, lo que contribuyó a moderar el costo total de la canasta.
Entre los productos que presentaron reducciones de precio destacaron el jabón de lavandería, que pasó de 42.48 a 39.79 pesos, con una baja de 6.33 por ciento, y el frijol, que descendió de 43.81 a 41.86 pesos, lo que implicó una reducción de 4.46 por ciento.
A estos se sumaron el azúcar, que disminuyó 3.53 por ciento, al pasar de 30.52 a 29.44 pesos; el jitomate Saladet, con un retroceso de 2.76 por ciento al bajar de 28.31 a 27.53 pesos; y el limón, que pasó de 32.34 a 31.50 pesos, es decir, 2.61 por ciento menos.
La sal y la naranja, lo que más subió
El monitoreo también reportó incrementos en algunos productos de alta demanda. La sal de mesa fue el insumo con mayor alza, al encarecerse 7.11 por ciento, al pasar de 20.74 a 22.22 pesos. Le siguió la naranja, con un aumento de 6.06 por ciento, al colocarse en 33.64 pesos desde los 31.72 previos.
Otros productos que presionaron al alza fueron las galletas, con un incremento de 5.55 por ciento; el jabón de baño, que subió 4.54 por ciento; y la avena, que se encareció 4.10 por ciento en agosto.
Con este balance, la ANPEC destacó que Puebla logró mantener una posición competitiva en el costo de la canasta básica frente a otras entidades, aunque advirtió que los cambios en los precios de alimentos perecederos, granos y artículos de limpieza continúan reflejando la volatilidad de los mercados, así como el impacto de la inflación en los bolsillos de las familias.