El precio de los alimentos volvió a presionar el bolsillo de los mexicanos, al presentar en la primera quincena de agosto un incremento, en promedio, de 13.77% en comparación anual, de acuerdo con la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En los últimos meses, los precios de los alimentos han golpeado el poder adquisitivo de los ciudadanos. Incrementos en el precio de algunos granos, como consecuencia de la guerra en Europa del Este, así como las disrupciones en la cadena de suministro que prevalecen por la pandemia, han encarecido el acceso a esta necesidad básica. A lo anterior, se suma la situación en algunas zonas del país, en donde el crimen organizado también ha impactado en los precios al consumidor final.
Con ello, productos alimentarios tan básicos como lo son la tortilla, fiel acompañante de la comida mexicana, han visto alzas que han llevado a que cueste hasta 30 pesos el kilo en algunos lugares. De acuerdo con el Inegi, en comparación con la primera quincena de agosto del año pasado, el kilo de tortilla aumentó 13 por ciento.
Otros alimentos consentidos de los mexicanos también han mostrado aumentos preocupantes. Por ejemplo, el pan blanco, en un año encareció 28.5%, mientras que el precio del pollo entero aumentó en 10.71%, las chuletas de cerdo 8.23% y el bistec de res 13.69 por ciento.
“Esta situación es alarmante, ya que en México el 38.3% de la población se encuentra en situación de pobreza laboral”, señaló la organización México ¿Cómo Vamos?
Además, los hogares mexicanos de menores ingresos son los más golpeados por el incremento del precio de alimentos ya que, ante una limitación en los recursos que pueden gastar, tienden a destinar mayor parte de sus ingresos a las necesidades básicas, donde destaca la alimentación.
En la primera mitad de agosto, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) incrementó 0.42%, con lo que a tasa anual los precios de los bienes y servicios, en promedio, se encarecieron 8.62 por ciento.
El dato es el mayor registro que se tiene para una quincena desde la última del 2000, cuando la inflación alcanzó un nivel de 8.87 por ciento. Además, quedó por arriba de las expectativas del mercado, el cual esperaba que los precios al consumidor aumentaran en 8.51 por ciento.
En lo que va del año, la inflación ha sido el dolor de cabeza a nivel mundial ante los elevados niveles que ha presentado, lo cual afecta el poder adquisitivo de los ciudadanos, sobre todo de aquellos de ingresos más bajos.