Tras la bofetada del actor estadounidense Will Smith al presentador y cómico Chris Rock durante la gala de los Oscar, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha anunciado que han «comenzado oficialmente una revisión formal», y que explorarán «más acciones y consecuencias de acuerdo con nuestros estatutos, normas de conducta y la ley de California».
El comportamiento de Will Smith se sigue hoy analizando. Los castigos que baraja la institución van desde la suspensión de la Academia, inmediata o temporal, a una reprimenda, o incluso la retirada del premio que ganó el domingo por su papel protagonista en «King Richard».
Desde la Asesoría Jurídica Legálitas han analizado qué sucede si se produce una situación similar en un entorno laboral.
La primera pregunta a la que contestan es esta: ¿Es legítima cualquier defensa si se ataca el honor de una persona? Desde la Asesoría explican que no: «No es posible tomarse la justicia por su cuenta amparándose en una presunta legítima defensa, puesto que no se aplicaría esta legítima defensa ante la falta de necesidad racional de emplear la fuerza para impedir o repeler el supuesto ataque al honor». Y añaden, Smith podría «haber reclamado justicia en los juzgados ejerciendo acciones legales en vez de pegarle un bofetón al agresor».
Así, aseguran, cualquier compañero o jefe que sea víctima de una agresión similar «puede denunciar los hechos en una comisaría de Policía, Guardia Civil o acudiendo al Juzgado de Instrucción de guardia». La víctima tiene hasta un año, en el caso de delitos leves y hasta cinco en delitos menos graves, para ejercer la acción penal.
Según Legálitas, es posible ejercer acciones penales por un delito de lesiones o de maltrato, en función de la gravedad de la agresión. Explican que, si «con la agresión no se lesionara a la víctima, el culpable se enfrentaría a un delito leve de maltrato de obra, castigado con multa de uno a dos meses, con una cuota de dos a cuatrocientos euros diarios que el juez determinará en función de la capacidad económica del condenado».
Si por el contrario el agresor lesiona a la víctima, «el castigo dependerá de la gravedad de las lesiones. Si son lesiones que se curan por sí mismas sin precisar más que una primera asistencia sanitaria, se trata de un delito leve de lesiones castigado en el artículo 147.2 del Código Penal con multa de uno a tres meses».
Ante una situación como la que se produjo en la gala de los Oscar 2022, la empresa puede optar por una sanción o despido: «A diferencia de otros incumplimientos laborales, una sola agresión física a un compañero de trabajo puede ser causa de despido disciplinario, sin que exija un resultado lesivo».
Aunque desde Legálitas aclaran que antes del despido o sanción el empleador tendrá que analizar las circunstancias en las que se produjo la agresión, valorando la gravedad, que es en lo que ahora mismo se encuentra la Academia del Cine. Además «la facultad que tiene el empresario de sancionar o de despedir está sometida al control judicial».
Después el despido podrá ser calificado procedente –si queda demostrada la causa alegada- o improcedente –si no se acreditan los incumplimientos, no son suficientes para justificar el despido o la empresa no ha seguido los requisitos-.