La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) dio a conocer este viernes que la explosión de la pipa de gas en el Puente La Concordia, en Iztapalapa, no fue consecuencia de un bache o irregularidad en el pavimento, como se había difundido en redes sociales.
De acuerdo con los primeros dictámenes periciales, la tragedia —que hasta ahora ha dejado 10 personas muertas y casi un centenar de heridos— se originó por la ruptura de un casquete del tanque tras el impacto con un objeto sólido, lo que generó una fuga masiva de gas que terminó en ignición.
“En el sitio del siniestro no se localizaron baches ni daños en el asfalto”, puntualizó la Fiscalía en un comunicado. Además, especialistas detectaron restos de compuestos aromáticos como benceno y estireno, derivados de la combustión del carburante.
El análisis se mantiene en curso con la participación de expertos en criminalística, tránsito terrestre, química, incendios y explosiones, así como en seguridad industrial e infraestructura hidrosanitaria.
Apoyo a víctimas y familias
La FGJCDMX informó que, en coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAVI), desplegó células de atención integral tanto en la zona del accidente como en hospitales donde permanecen varios lesionados.
El acompañamiento incluye apoyo psicológico, asesoría jurídica y orientación social para familiares y sobrevivientes de la explosión, ocurrida la tarde del miércoles y que provocó escenas de caos en el oriente de la capital.
Las investigaciones continuarán para deslindar responsabilidades y esclarecer por completo el origen del siniestro, considerado uno de los más graves registrados en la capital en los últimos años.