Vladímir Vladímirovich Putin comenzó durante la mañana de este 7 de mayo su quinto periodo presidencial al frente de Rusia, tras ganar los comicios federales del pasado 17 de marzo por mayoría del 87 por ciento; ejercerá el cargo hasta 2030, cuando cumpla 77 años.
Con esta quinta envestidura al frente del país ruso, y en caso de completar el periodo presidencial, Vladimir Putin habrá consumado 30 años en el máximo poder de uno de los países más grandes del mundo.
Justo a las 12:00 horas de este martes (tiempo local ruso), Putin hizo el juramento de protesta en el Gran Palacio del Kremlin, en Moscú. En el evento, que duró cerca de una hora, abordó el tema de la defensa nacional y habló sobre el nuevo orden mundial económico multipolar.
“En el ejercicio de las facultades de presidente de la Federación de Rusia, juro respetar y proteger los derechos y libertades del hombre y del ciudadano, cumplir y defender la Constitución, proteger la soberanía y la independencia, la seguridad y la integridad del Estado, servir fielmente al pueblo”, refirió, con la mano izquierda sobre la constitución del país.
Durante su discurso de aceptación, el presidente Putin habló sobre las relaciones de su país con Occidente, y señaló que su administración está dispuesta a mantener el dialogo con la región; “Nosotros no rechazamos el diálogo con los países occidentales. Depende de ellos”.
“La elección es suya: si pretenden seguir intentando frenar el desarrollo de Rusia, continuar con su política de agresión, de presión incesante sobre nuestro país durante años, o buscar un camino hacia la cooperación y la paz”, subrayó el gobernante ruso.
Aunque el evento contó con la asistencia de miles de civiles y decenas de funcionarios, representantes de varios países invitados rechazaron el acudir al evento ya que desaprueban las acciones bélicas que tomó el país contra Ucrania, desde en 2022.
Putin anuncia simulacro con armas nucleares
Durante la tarde de ayer, Vladimir Putin ordenó al ejercito ruso que llevara a cabo un simulacro militar con armas nucleares tácticas no estratégicas de corto alcance en la frontera con el país ucraniano.
Los hechos ocurrieron debido a lo que la administración rusa consideró “un aumento en la tensión” entre el país y el bloque occidental, compuesto por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, por su apoyo a Ucrania en el encuentro bélico que sostienen desde febrero de hace dos años.
Tras los hechos, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia expresó; “Esperamos que este acontecimiento enfríe a los ‘cabezas calientes’ de las capitales occidentales”, y agregó que su ejercito atacaría instalaciones o equipo militar británico en Ucrania “y más allá”, si se descubre que el Kiev utiliza armamento británico en su contra.
“Están conduciendo (Londres y París) deliberadamente la situación hacia una mayor escalada de la crisis ucraniana hacia un enfrentamiento militar abierto entre los países de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] y Rusia”, expresó la cancillería rusa posterior al simulacro armado.