Luego de que Japón recibiera el año nuevo con un terremoto de 7.6 grados en la escala de Richter en las costas de la prefectura de Ishikawa, hasta el momento el gobierno nipón ha confirmado el deceso de 48 personas.
Según las cifras que ha dado a conocer el gobierno japonés, 19 de las personas que perdieron la vida son de Wajima, mientras que 20 se encontraban en la ciudad de Suzu, cinco en Nanao, dos en Anamizu, uno en Kakui y uno en Shima.
Aunque el sismo se sintió en ciudades como Tokio y Osaka, fue la ciudad de Wajima la que presentó más daños debido a la cercanía que tuvo con el epicentro, pues hasta el momento se han reportado 25 edificios derrumbados.
Asimismo, aún continúan las labores de búsqueda y rescate, especialmente en Wajima, donde se cree que podría haber gente atrapada bajo los escombros de al menos 14 de los edificios que el sismo derrumbó.
También se mantienen trabajos de rescate en las otras ciudades que se vieron afectadas por el terremoto, todas ellas en la prefectura de Ishikawa, en donde decenas de personas fueron trasladadas a hospitales cercanos, por lo que se espera que la cifra de fallecidos aumente en las próximas horas.
De igual manera, medios locales reportaron un incendio desde el día de ayer que ha afectado a más de 200 estructuras, y aunque ya se tiene controlado y se cree que no corre el riesgo de propagarse más, las autoridades aún no han podido apagarlo.
Por su parte, el primer ministro Fumio Kishida afirmó que él será quien esté al frente de la gestión del desastre, al asegurar que será “el director general, movilizaré a las Fuerzas de Autodefensa, a la Guardia Costera de Japón, a los bomberos y a la policía”.
Sin embargo, apuntó que la entrada de vehículos a las áreas más afectadas por el terremoto está siendo extremadamente difícil, por lo que ya han empezado a enviar suministros por barco, esperando que el acceso por mar sea más sencillo, luego de que se descartara un posible tsunami.
Además, de acuerdo con las cifras del gobierno local, hay al menos 32 mil personas que fueron evacuadas de sus hogares en las prefecturas de Ishikawa y Toyama, pues el riesgo de derrumbes y deslizamiento de tierra están en aumento; los servicios de trenes locales y transportes aéreos aún continúan suspendidos.
