«Sólo yo puedo abrir tu WhatsApp; tengo el código que necesitan«, es el mensaje que aparece luego de que ciberdelincuentes bloquean el acceso a la red social. En lo que la víctima intercambiaba mensajes con los delincuentes, estos aprovechan para escribir mensajes a los contactos y pedirles dinero bajo diferentes pretextos.
En Zacatlán hubo dos defraudados con cantidades de hasta 10 mil pesos, según contó una de las víctimas al narrar que con ese mismo modo de operación los delincuentes están operando en municipios aledaños a la capital poblana y Tehuacán.
Una semana después del primer caso que llegó a la redacción, ocurrieron otros tres en Zacatlán, en los que ya no sólo bloquearon el acceso a WhatsApp, ahora se dedicaban a enviar fotografías de mujeres y, en otro caso, ofrecer servicios sexuales. En el último para amenazar con publicar material del celular.
Según lo descrito por las víctimas, el modo de operación de estos delincuentes inicia en la madrugada, en un horario en el que es difícil que las víctimas se den cuenta de que desconocidos intentan ingresar a las cuentas de WhatsApp.
En el caso de la fuente entrevistada fue después de la una de la madrugada, hora en la que quedó registrada una llamada de un número desconocido y que, por la clave lada, se presume que es de Guadalajara o de Colima. Luego, un mensaje SMS que alerta que alguien intentó ingresar a la cuenta de WhatsApp: «después, cuando denuncié los hechos ante la policía cibernética, los expertos me dijeron que a esa hora trabajan los cibercriminales para que las víctimas no se den cuenta«, narró la fuente.
Con asombro y malestar, describieron que hasta la mañana siguiente uno de sus amigos se comunicó para preguntar por su estado de salud. Tras continuar la conversación se dio cuenta que le habían pedido dinero prestado: «para una emergencia» y la cuenta de banca electrónica estaba bloqueada o no funcionaba.
Mensaje que se repitió al resto de los contactos, con diferentes pretextos. A través de otras redes sociales, diversos amigos se conectaron con la víctima para decirle lo que estaba sucediendo. Dos de sus allegados creyeron en los mensajes recibidos e hicieron los depósitos, por 10 mil pesos.
Ese fue el momento en el que una de las víctimas se decidió a denunciar los hechos. Ya no pudo restablecer su cuenta en esa red social: «efectivamente, se quedan con el control completo… Ya no pude acceder, a pesar de los diferentes intentos que hice para recuperar el acceso a esta aplicación; en atención a lo que sugirió la policía cibernética, mejor cambié de número«, compartió la fuente. La aplicación continuaba en control de los delincuentes.
Otra de las fuentes se mostró asustado porque incluso sabían algunos detalles personales, que ni siquiera estaban en alguna conversación de esa red social. Horas después, recibió otro mensaje en el que los delincuentes le decían que si quería recuperar el control de su aplicación, el código de acceso sólo lo tenían ellos y eso tendría un costo.
Sobre los casos, el gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, pidió públicamente que las víctimas presenten sus denuncias penales. «Hay que presentar denuncias«, dijo el gobernador, luego de que la policía cibernética sigue de oficio los hechos que se presentan; no obstante, adelantó que también pediría al consejero jurídico que presente la denuncia general, ante la Fiscalía General del Estado.