Ana Kristy Martínez López, estudiante de sexto semestre de la preparatoria de la BUAP en Tepeaca, es una de 60 seleccionados a nivel mundial para participar en el International Air and Space Program, de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), donde realizará una estancia de cinco días.
En la visita que realizará en noviembre próximo, en Huntsville, Alabama, Estados Unidos, tendrá un propósito: trabajar en equipo junto con expertos de esta agencia espacial, para proponer soluciones a cualquier problema que podría presentarse en la misión que viajará a Marte y en la construcción de cohetes.
Asimismo, podrá asistir a clases de entrenamiento para astronautas dentro y fuera del espacio, operaciones de vuelo y construcción de una base del vehículo rover (astromóvil marciano).
“Durante la mañana tendré que trabajar en el proyecto en equipo y por la tarde en cuestiones de experimentación que puedan ayudar al trabajo grupal o sólo para comprender algunos temas”, comentó.
Para ser uno de los afortunados seleccionados de este programa, Ana Kristy presentó un proyecto de adaptación a los paneles solares de los rovers que son dirigidos a Marte. Su propuesta consistió en incorporar la técnica de origami en el despliegue de los paneles solares, para hacerlos más resistentes y menos vulnerables a las tormentas de viento.
Para ello, tendrían sensores para saber si el espacio es adecuado para abrir o mantener cerrado el panel solar.
Ir a la NASA es el sueño de Ana Kristy Martínez López, la menor de tres hijos, quien desde pequeña se propuso algún día conocerla, aunque no imaginó tener acceso a sus laboratorios, museos y parques de experimentación para entrenar como un astronauta. “Para mí significa un gran sueño cumplido. Es un gran reconocimiento para mí, mi familia y amigos”.
Su optimismo la mantuvo en espera de la respuesta anhelada por el International Air and Space Program. “Siempre mantuve el optimismo de decir: ‘lo voy a lograr’. Todo es posible con paciencia, espera y el instinto de superación”.
Cuando obtuvo una respuesta aprobatoria, sus padres – profesor de primaria y ama de casa- le manifestaron su total apoyo.
Su interés por innovar y entender el funcionamiento de las máquinas y aparatos eléctricos surgió en la infancia. “Veía a mi hermano separar las piezas de su carro a control remoto y armarlo para que volviera a funcionar. Además, mi papá tenía un amigo que venía a arreglar aparatos eléctricos, licuadoras, así como computadoras. Desde ahí me llamó la atención conocer el funcionamiento de diversas cosas”.
Ana Kristy Martínez López estudiará Ingeniería Mecatrónica en la Máxima Casa de Estudios en Puebla; a futuro pretende combinar su pasión por hacer funcionar algo a través de una máquina, con disciplinas científicas como la Física, así como continuar con estudios de Ingeniería Aeroespacial.
La estudiante de la BUAP, una de las mexicanas en llegar a la NASA a corta edad, considera la formación una parte fundamental de este proceso; entre sus pasatiempos disfruta tomar cursos de ciencia.
Por el momento, está en un taller de cohetería y de análisis de la tecnología en el emprendimiento aeroespacial.