México mantiene en pausa la entrada de productos porcinos procedentes de España, luego de que se confirmara la presencia de peste porcina africana (PPA) en jabalíes silvestres de la región de Cataluña. La medida, tomada días atrás de manera preventiva, continuará vigente hasta que las autoridades sanitarias mexicanas consideren seguro reactivar el comercio.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, informó que existe disposición de ambos países para restablecer el flujo comercial, pero únicamente cuando existan garantías de que no habrá riesgos para la porcicultura nacional. En un mensaje difundido en redes sociales, el funcionario señaló que México actuará estrictamente bajo criterios veterinarios y normatividad sanitaria, sin presiones políticas ni comerciales.
Berdegué recibió en la Ciudad de México al presidente de Cataluña, Salvador Illa, quien viajó acompañado del embajador de España, Juan Duarte. Durante la reunión, Illa detalló las acciones implementadas por las autoridades catalanas para contener el brote detectado en fauna silvestre. Explicó que se han reforzado los controles en zonas naturales, establecido cercos preventivos y activado los protocolos establecidos por la Unión Europea para este tipo de emergencias.
El secretario mexicano reconoció la apertura de las autoridades españolas y señaló que, por ahora, la decisión de suspender importaciones se mantiene para evitar la entrada del virus al territorio nacional. La PPA no afecta a humanos, pero sí es altamente peligrosa para los cerdos domésticos y jabalíes, lo que la convierte en una amenaza para la industria porcina.
Ambos gobiernos acordaron que los equipos técnicos de México y España mantendrán comunicación constante para dar seguimiento a la evolución del brote. La intención es evaluar periódicamente el nivel de riesgo y determinar cuándo podría retomarse el comercio de forma segura.
La suspensión mexicana fue anunciada el 29 de noviembre, un día después de que España confirmara los dos primeros casos en jabalíes silvestres en Cerdanyola del Vallès, cerca de Barcelona. Posteriormente, se localizaron otros cuatro ejemplares muertos por la misma causa en la sierra de Collserola, aumentando la preocupación entre productores y autoridades.
El brote también provocó que se frenaran alrededor de 120 certificados sanitarios de exportación hacia una treintena de países, entre ellos Brasil, Canadá, Chile, Japón, Estados Unidos y México. Para España, uno de los mayores productores y exportadores de carne de cerdo en Europa, la situación representa un reto sanitario y económico importante.
La peste porcina africana es considerada una de las enfermedades más agresivas dentro de la industria porcina global. Aunque no se transmite a humanos ni representa un riesgo para la salud pública, sí puede causar mortalidad elevada en animales y provocar pérdidas significativas para los productores.