Inició como una marcha pacífica convocada por la Generación Z en demanda de seguridad y justicia pero terminó con momentos de tensión y empujones en inmediaciones de Casa Aguayo, donde un grupo de jóvenes e infiltrados violentos derribaron vallas metálicas y se enfrentaron con elementos de la Policía Estatal.
La concentración partió al mediodía desde el Reloj del Gallito, en el Paseo Bravo, avanzando por avenida Reforma con banderas mexicanas y pancartas que exigían el fin de la violencia y mayor acceso a justicia.
Durante el trayecto hacia el Zócalo predominó un ambiente cívico, replicado en tiempo real por usuarios en redes sociales.
Al arribar a Casa Aguayo, alrededor de las 14:00 horas, fue cuando estalló lo crítico ya que un grupo de manifestantes tiró las barreras colocadas por la Secretaría de Seguridad Pública, gritando “¡sí se pudo!”, lo que desencadenó forcejeos con policías.
Varios uniformados cayeron al suelo en medio del empuje del contingente y una patrulla estatal fue vandalizada por un joven que testigos y autoridades afirmaron era un infiltrado.
El sujeto lanzó una piedra que destrozó el parabrisas de la unidad, acción que provocó reclamos de los propios asistentes, quienes se deslindaron del acto.
Un adulto mayor que se encontraba en la zona resultó con heridas leves luego de ser alcanzado por una piedra durante el altercado, lo que obligó a los organizadores a solicitar apoyo a la SSP.
A pesar de la tensión, los elementos antimotines resguardaron el perímetro sin avanzar hacia la confrontación, permitiendo que el resto de los manifestantes realizara un mitin improvisado.