Cinco migrantes de África Occidental presentaron una demanda federal en la que acusan a las autoridades estadounidenses de haberlos retenidos en camisas de fuerza durante 16 horas en un vuelo de deportación con destino a Ghana , donde todos los pasajeros permanecieron esposados y solo recibieron pan y agua.
Según la denuncia, los migrantes fueron despertados en la madrugada del 5 de septiembre en un centro de detención de ICE en Alexandria, Luisiana, sin informarles su destino hasta horas después de iniciado el vuelo, que fue operado en un avión de carga militar . Al llegar a Ghana, fueron trasladados a un centro de detención al aire libre conocido como Dema Camp , donde permanecen bajo custodia de guardias militares armados en condiciones calificadas como “pésimas”, con refugios improvisados de lona y escasa agua potable.
Los demandantes, identificados solo por sus iniciales, son tres nigerianos y dos gambianos , y argumentan que la deportación a un país que no es el suyo contraviene las sentencias de jueces de inmigración que les habían otorgado protección para no ser enviados a sus naciones de origen por riesgo de persecución. “Los acusados han reclutado al gobierno de Ghana para que haga su trabajo sucio”, señala la querella, que pide detener de inmediato estas deportaciones.
El caso es el más reciente desafío legal contra la política de la administración de Donald Trump de enviar migrantes a terceros países, entre ellos El Salvador, Panamá, Costa Rica y otras naciones africanas. Cuatro de los demandantes están en riesgo inminente de ser enviados a sus países en cuestión de horas, mientras que uno ya fue deportado a Gambia y se encuentra escondido. El Departamento de Seguridad Nacional y el ICE no han respondido a las acusaciones.