El exalcalde de Tlacuilotepec, Osvaldo Guzmán N, fue vinculado a proceso por violencia familiar en agravio de su exesposa, la maestra Maricarmen Paredes, quien ha denunciado vivir bajo amenazas constantes por parte de él y del actual presidente municipal, Alejandro Guzmán García, padre del imputado.
La resolución fue emitida el 10 de junio por el Juez de Control en Huauchinango, quien reconoció la gravedad de los hechos, pero permitió que el exalcalde permaneciera en libertad, imponiéndole como medida cautelar la obligación de firmar cada 15 días en el Cereso del municipio.
El caso fue asentado en la carpeta judicial CJA:20/2025/Huauchinango y responde a la denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado (FGE), bajo el número FGEP/CDE/FEIDVGGCM/XICO-I/001493/2025.
La víctima pidió ayuda directa al gobernador
Desde abril, durante un evento con el gobernador Alejandro Armenta Mier en Xicotepec, Maricarmen Paredes rompió el silencio público y le pidió directamente su intervención. “Le estoy pidiendo ayuda, aún viva”, declaró la maestra
En un primer acercamiento, Armenta sugirió a la maestra acercarse a la Casa Carmen Serdán en Huauchinango, para recibir atención, y posteriormente, escuchó su testimonio,
Armenta afirmó que el caso es prioridad, pero la víctima señaló en redes sociales que no ha recibido protección efectiva, a pesar de que el gobernador prometió apoyo de la SEP para dejar su puesto en la escuela en Tlacuilotepec y poder mudarse a un sitio seguro en la capital.
Familiares del agresor intentaron intimidarla
Durante la audiencia, los familiares de Osvaldo, incluyendo el actual edil de Tlacuilotepec y la presidenta del DIF municipal, Socorro “N”, su madre, acudieron al juzgado presuntamente para amedrentar a Maricarmen y a su abogado.
Ante el caso, el colectivo Vivas Nos Queremos Xicotepec exigió a las autoridades garantías para salvaguardar la vida de Maricarmen mediante un comunicado difundido en redes, donde señalaron que los funcionarios de Tlacuilotepec actúan con impunidad, y advirtieron que no se debe permitir que este caso se convierta en “otro feminicidio anunciado”.
“Maricarmen ya denunció. Está viva, pero en peligro. No queremos otra mujer valiente abandonada por el Estado”, afirmaron.