El Congreso del Estado de Aguascalientes aprobó por unanimidad la inclusión de la tauromaquia y de la Feria Nacional de San Marcos como parte del patrimonio cultural inmaterial de la entidad. La decisión contó con el respaldo de todas las fuerzas políticas representadas en el Poder Legislativo y fue celebrada por la Asociación Mexicana de Empresarios Taurinos (AMET), que destacó el papel de estas tradiciones en la cohesión social y el desarrollo económico local.
La declaratoria implica una protección constitucional a nivel estatal que reconoce el valor histórico, económico y cultural de la actividad taurina y su estrecha relación con la Feria de San Marcos, uno de los eventos más importantes en el país. La AMET señaló que esta medida representa un precedente en favor del reconocimiento de la diversidad cultural dentro del marco jurídico mexicano.
De acuerdo con datos proporcionados por la asociación, la tauromaquia genera en Aguascalientes un impacto económico de aproximadamente 300 millones de pesos anuales. Esta cifra incluye ingresos directos e indirectos en sectores como hospedaje, turismo, gastronomía, transporte, medios de comunicación y comercio, principalmente en pequeñas y medianas empresas.
La AMET subrayó que la industria taurina en México tiene un alto potencial de valor agregado. Por cada peso generado en el producto primario, se producen más de 17 pesos a lo largo de la cadena productiva. Además, resaltó el compromiso del sector con la legalidad, el bienestar animal y la conservación de espacios culturales.
La Feria de San Marcos, con más de 190 años de historia, reúne a miles de visitantes cada año y se ha consolidado como un motor de crecimiento para Aguascalientes. La festividad incluye corridas de toros, actividades culturales, conciertos y exposiciones ganaderas, entre otras expresiones que forman parte del patrimonio colectivo del estado.
En un comunicado oficial, los empresarios taurinos afirmaron que su actividad representa una fuente de empleo para cientos de familias y que defienden su labor como parte de una tradición legal, regulada y ligada a la identidad mexicana. También hicieron un llamado para que otras entidades federativas reconozcan y respalden las expresiones culturales propias de cada región.
La AMET confía en que el ejemplo de Aguascalientes impulse un diálogo nacional sobre el valor de las tradiciones y la necesidad de protegerlas en el marco del respeto y la diversidad cultural.