El gobierno de Tailandia decretó estado de emergencia en la provincia de Songkhla ante las intensas inundaciones ocasionadas por lluvias torrenciales que han dejado al menos 13 personas fallecidas y convertido a la ciudad comercial de Hat Yai en una de las zonas más afectadas. Equipos de rescate adicionales fueron enviados a la región mientras continúan las labores de auxilio y traslado de habitantes.
Las autoridades advirtieron que las precipitaciones no cederán en los próximos días, por lo que el riesgo permanece alto. La Agencia Nacional de Gestión de Desastres informó que el fenómeno meteorológico impacta desde finales de la semana pasada a cuatro provincias del sur, donde se han registrado cortes de electricidad, cierres carreteros y múltiples rescates mediante lanchas, motos acuáticas y vehículos del Ejército. Las imágenes que circulan muestran calles completamente cubiertas de agua y equipos de emergencia auxiliando a familias entre fuertes corrientes.
En Hat Yai, uno de los municipios más afectados, los testimonios revelan el temor con el que los habitantes enfrentaron el repentino incremento del nivel del agua. Una mujer entrevistada por la televisión local narró que permaneció cuatro días atrapada en su vivienda y que tuvo que abandonarla en un bote junto con su bebé y su madre. Dijo que decidió salir por el “miedo a que el agua siguiera subiendo”, relato que resume la angustia vivida por cientos de personas sorprendidas por la crecida mientras descansaban en casa.
Las autoridades continúan con las operaciones de rescate y han pedido a la población mantenerse alerta ante las previsiones de más lluvias durante la semana.
