Belinda no solo canta lo que siente, también lo apuesta todo por lo que ama. En su más reciente álbum Indómita, la cantante mexicana incluyó un tema que ha dado de qué hablar tanto por su sonido como por la historia detrás: Heterocromía.
Lo que pocos sabían es que esa canción, una de las más comentadas del disco, no le generará regalías. ¿La razón? Belinda decidió incluir música inspirada en Los Aristogatos, el clásico animado de Disney, y aceptó que la mayoría de las ganancias se vayan directo a la compañía del ratón.
La también actriz explicó que el proceso de negociación con Disney fue largo, complicado y costoso. “(No fue) nada fácil. Estuvimos trabajando hasta el último momento para poder tener los derechos. Es Los Aristogatos de Disney… imagínate, carísimo”, confesó.
Aun así, se mantuvo firme en su decisión, motivada por una conexión emocional con la película desde que era niña. El amor por Marie, Toulouse y Berlioz, los traviesos gatitos aristocráticos que viven en París, marcó su infancia y ahora también su música.
Belinda se imaginó una introducción que evocara esa vibra francesa, dulce y nostálgica, y que luego rompiera completamente con la estructura tradicional. “Quería una intro completamente diferente. Me inspiré porque estoy hablando de los gatitos, de la aristocracia… me imaginé perfecto ese inicio y después la vibra de la canción”, relató.
Ese contraste sonoro es uno de los sellos de Heterocromía, que destaca en el disco por sus transiciones inesperadas. La artista aseguró que le obsesiona sorprender con las intros, crear un ambiente y luego llevar al oyente por otro camino. “Me gusta mucho que las canciones rompan, que pase otra cosa completamente distinta. Sorprender al público con eso me gusta mucho”, explicó.
Aunque ella escribió la canción, la cesión de los derechos musicales implica que no recibirá ingresos por su interpretación. “Yo creo que no veré las regalías de esa canción nunca, pero valió la pena”, declaró sin titubeos. El gesto revela su compromiso total con una visión artística que no se deja guiar por el dinero, sino por lo que verdaderamente le inspira.