En el estado de Puebla las personas mayores de 18 años necesitan aproximadamente 12 mil 600 pesos mensuales para poder subsistir según reveló la Encuesta Nacional Sobre Salud Financiera (ENSAFI) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI)
De acuerdo con la ENSAFI, Puebla se encuentra entre los estados en donde se requieren menos de 15 mil y más de 10 mil pesos mensuales para solventar los gastos; mientras que Ciudad de México, Nuevo León y Coahuila son los estados más costosos para vivir; y Tlaxcala y Chiapas destacaron por ser los más accesibles.
El orden de los estados quedó de la siguiente manera:
Ciudad de México: 29 mil 500
Nuevo León: 23 mil 500
Coahuila: 21 mil 900
Aguascalientes: 21 mil 500
Colima:21 mil 500
Baja California Sur: 19 mil 600
Baja California: 18 mil 800
Jalisco: 18 mil 500
Querétaro: 18 mil 500
Chihuahua: 18 mil 300
Yucatán: 18 mil 200
Sonora: 17 mil 700
Estado de México: 17 mil 100
Morelos: 14 mil 800
Veracruz: 14 mil 600
Quintana Roo: 14 mil 500
Durango: 13 mil 700
Sinaloa: 13 mil 600
Tamaulipas: 13 mil 600
Guanajuato: 13 mil 500
San Luis Potosí: 13 mil 500
Campeche: 13 mil
Nayarit: 12 mil 800
Hidalgo: 12 mil 700
Puebla: 12 mil 600
Oaxaca: 12 mil 500
Guerrero: 11 mil 900
Tabasco: 11 mil 400
Zacatecas: 11 mil 400
Michoacán: 11 mil 200
Tlaxcala: 8 mil
Chiapas: 7 mil
Entre los datos recopilados por el INEGI en dicha encuesta, se tomaron en cuenta la capacidad de ahorro y el nivel de deuda de los encuestados; una de las principales preguntas en el formulario fue la cantidad necesaria para cubrir los gastos mensuales.
Asimismo, el ENSAFI reveló que únicamente el 52 por ciento de la población mexicana mayor de 18 años cuenta con algún tipo de ahorro. Para esta cifra se tomaron en cuenta tanto mecanismos formales como informales (instituciones financieras, tandas, cajas de ahorro o guardado en casa).
El 36.9 por ciento de la población mexicana se encuentra en altos niveles de estrés financiero, donde se incluyen factores como la dificultad para cubrir gastos básicos, la acumulación de deudas, la incertidumbre sobre el futuro financiero y la preocupación por tener que gastar dinero de manera improvista según el ENSAFI.